Hola. Buenos días, queridas lectoras.
Os escribo este post porque estoy indignada. Sí, sí, como lo leéis. En dos palabras: IN-Dignada. Y es que no sé quién le ha dado permiso a Timber para ponerse de pie. Así, sin previo aviso. Yo vivía feliz, orgullosa de mi bebé, porque lleva un par de semanas en plan “el Soldado Ryan”. Reptaba, mi niño ‘mopa’ llegaba donde quería limpiando el salón de mi casa y cuando llegaba a su destino (normalmente debajo de la mesa o debajo del sillón), nos buscaba y sonreía orgulloso (o jugaba al escondite).